Este pasaje ha suscitado interpretaciones diversas, pero una de las más aceptadas es que los 24 ancianos representan a la Iglesia, descartando que sean ángeles, como algunos sugieren. Aquí exploraremos las razones principales detrás de esta interpretación:
1. Tronos: Un Signo de Gobierno
El hecho de que estos ancianos estén sentados en tronos sugiere que reinaban junto a Cristo, ya que la Biblia no menciona en ninguna parte que los ángeles gobiernen desde tronos. En cambio, sí se declara que la iglesia reinará con Él:
- "Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones." (Apocalipsis 2:26-27).
- "Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra." (Apocalipsis 5:10).
2. Vestiduras Blancas: Símbolo de Salvación
Las vestiduras blancas que llevan los ancianos simbolizan la justicia y la pureza que reciben los redimidos a través de Cristo. Este simbolismo se utiliza frecuentemente en relación con la Iglesia:
- "El que venciere será vestido de vestiduras blancas." (Apocalipsis 3:5).
- "Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos." (Apocalipsis 19:8).
3. Coronación: Una Promesa a los Vencedores
Los ancianos llevan coronas de oro, lo cual apunta a las recompensas prometidas por Cristo a los que perseveran en la fe:
- "Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida." (Apocalipsis 2:10).
- "Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo." (2 Timoteo 4:8).
- "Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida." (Santiago 1:12).
4. La Identidad de los 24 Ancianos
La interpretación más plausible es que los 24 ancianos simbolizan a los santos del Antiguo y Nuevo Testamento:
- Los 12 patriarcas de Israel representan a los redimidos del Antiguo Testamento.
- Los 12 apóstoles representan a la Iglesia del Nuevo Testamento.
Esta interpretación armoniza con la visión de la Nueva Jerusalén en Apocalipsis 21:12-14, donde las doce puertas tienen los nombres de las tribus de Israel, y los doce cimientos llevan los nombres de los apóstoles.
5. Cántico de Redención
En Apocalipsis 5:8-10, los ancianos entonan un cántico que sólo tiene sentido para los redimidos:
"Con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje, lengua, pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra."
Este canto no podría ser entonado por ángeles, ya que no necesitan redención.
6. El Número 24: Simbolismo y Armonía
El número 24 es simbólico, combinando los 12 patriarcas y las 12 tribus de Israel con los 12 apóstoles, representando la unidad entre los redimidos de ambos pactos.
El Arrebatamiento Antes de la Gran Tribulación
En los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis se describen las etapas de la iglesia en la tierra, pero a partir del capítulo 4, la iglesia ya no se menciona como presente en el mundo. En su lugar, aparecen los 24 ancianos, que representan a los arrebatados que están en el cielo. Esto refuerza la doctrina del arrebatamiento previo a la Gran Tribulación, conocido como el evento en el que Cristo lleva a su iglesia al cielo (1 Tesalonicenses 4:16-17).
La Gran Tribulación y los Juicios
Tras la aparición de los 24 ancianos en el cielo, comienzan los juicios que marcarán la Gran Tribulación:
- Apocalipsis 5: El rollo y el Cordero, que contiene los eventos de la tribulación.
- Apocalipsis 6: Los sellos son abiertos, incluyendo el surgimiento del anticristo.
- Apocalipsis 7: Dios sella a 144,000 judíos como predicadores del Evangelio.
Conclusión
Los 24 ancianos en Apocalipsis simbolizan a los redimidos de todas las épocas, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Su presencia en el cielo antes de los juicios de la Gran Tribulación confirma que la Iglesia será arrebatada para estar con Cristo antes de ese tiempo de sufrimiento.
Como creyentes, esto nos llena de esperanza y nos llama a prepararnos espiritualmente para el regreso de nuestro Señor. Maranatha: ¡Cristo viene pronto!
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