Sin embargo, su principal preocupación no está solo en lo que perciben como la presencia de magia en la trama, sino en la representación de relaciones entre personas del mismo sexo y la inclusión de personajes queer, lo cual consideran como un intento de normalizar estos comportamientos en la sociedad.
El grupo de madres conservadoras ha ido más allá de criticar la representación de la magia en la película, y ha puesto el foco en lo que perciben como un claro impulso de Universal Pictures para promover una agenda LGBT. Consideran que la película no solo presenta relaciones homosexuales de manera explícita, sino que también busca, según su perspectiva, desensibilizar a los jóvenes sobre lo que consideran un estilo de vida “no tradicional”. El grupo califica estas representaciones como un tipo de “travestismo no tan discreto” y sostiene que esto es inapropiado para una película dirigida a un público familiar, ya que podría influir en las creencias y valores de los niños de una manera que no consideran adecuada.
De acuerdo con One Million Moms, el enfoque de Wicked ha cambiado considerablemente respecto a las representaciones previas de Universal Pictures, las cuales, en su opinión, solían ser más sutiles y menos explícitas en cuanto a temas relacionados con la identidad de género y la sexualidad. Para el grupo, este cambio en el enfoque de la película refleja una intencionalidad clara por parte del estudio para promover lo que describen como “conciencia” sobre temas LGBTQ+, algo que consideran una forma de manipulación para moldear las ideas de los más jóvenes sobre lo que está “bien” y lo que está “mal”. El grupo ha instado a las familias a ser cautelosas y a evaluar cuidadosamente el contenido de la película antes de decidir si permitir que sus hijos la vean, considerando que los mensajes transmitidos podrían ser perjudiciales para su desarrollo moral y emocional.
Uno de los puntos clave de la objeción de One Million Moms se centra en el hecho de que, según afirman, cuatro de los personajes principales de la película están interpretados por actores abiertamente queer o gay en la vida real, o al menos, estos actores han hablado públicamente sobre sus experiencias y orientaciones sexuales. El grupo considera que este hecho podría influir en la percepción de los espectadores, particularmente en los más jóvenes, sobre lo que es aceptable en cuanto a la identidad sexual y las relaciones románticas.A raíz de estas críticas, varios miembros del elenco de Wicked han respondido públicamente. Kristin Chenoweth, la actriz que interpretó a Glinda en la versión original de Broadway, defendió la película y su contenido a través de las redes sociales. En su respuesta, Chenoweth sugirió que el grupo de One Million Moms está exagerando el impacto que la película puede tener, señalando que este tipo de críticas provienen de una minoría y que Wicked cuenta con una audiencia mucho más amplia y diversa que puede disfrutar de la obra sin las mismas preocupaciones.
Para Chenoweth, la película es una celebración de la amistad, el amor y la comprensión, sin que estas temáticas deban necesariamente verse a través de una lente moralista o restrictiva.
Además, otros miembros del elenco, como Ariana Grande, quien interpreta a Glinda en la adaptación cinematográfica de Wicked, también han ofrecido sus propias perspectivas sobre las relaciones dentro de la historia. Grande ha generado controversia al afirmar que su personaje podría tener un “código queer”, que trasciende las categorías tradicionales de amor romántico o platónico. En una entrevista con un medio especializado en cultura LGBT, Ariana explicó que la relación entre Glinda y Elphaba, su amiga cercana en la historia, podría verse como una forma de amor puro, “independientemente de la sexualidad”. Para la cantante y actriz, la conexión entre los personajes es una expresión de un amor verdadero que no necesita ajustarse a las normas tradicionales de género o sexualidad.
Esta declaración ha sido respaldada por Kristin Chenoweth, quien también ha reflexionado sobre la sutileza de las relaciones presentadas en Wicked y cómo la historia muestra una complejidad emocional que no debe reducirse a una simple etiqueta. Según Chenoweth, la relación entre Glinda y Elphaba es una de profunda amistad y lealtad, y cualquier interpretación adicional sobre la identidad de género o la sexualidad de los personajes debe ser vista a través de un prisma de respeto por la diversidad y la libertad artística.
La controversia sobre el contenido de Wicked ha generado un debate más amplio entre los fanáticos y críticos, quienes se han dividido entre quienes apoyan la inclusión de personajes queer y quienes consideran que estas representaciones son inapropiadas para el público joven. Mientras tanto, One Million Moms ha continuado con su campaña de sensibilización, recabando más de 13.000 firmas de personas que se oponen a la película y piden que las familias eviten verla, así como su posible secuela.
Este debate, que mezcla preocupaciones sobre el contenido moral, la representación de la diversidad sexual y la libertad artística, sigue siendo un tema candente en la sociedad, y las posiciones siguen polarizadas entre aquellos que defienden el derecho de los cineastas a explorar y representar diferentes tipos de relaciones humanas y aquellos que creen que este tipo de contenido no debe ser promovido en medios dirigidos a niños y familias. A medida que la película se estrena en más países y se acerca a su posible secuela, este diálogo probablemente continuará desarrollándose, añadiendo nuevas perspectivas y complejidades a la discusión sobre el papel de los medios de comunicación en la educación y formación de valores en las nuevas generaciones.
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