viernes, 13 de diciembre de 2024

LOS PELIGROS DE LOS ENGAÑOS DEMONIACOS. CLAVES DE COMO EVITARLOS

 Detrás de todos los mentirosos y sus mentiras está el padre de la mentira: Satanás. El apóstol Pablo, al describir su ministerio, también caracteriza a aquellos que se oponen al Evangelio: “…porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. Y esto no es sorprendente, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan de ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” (2 Corintios 11:13-
15).

Falsedad, fraude, disfraz: en solo tres versículos, Pablo menciona cinco veces las estrategias que utilizan Satanás, sus huestes demoníacas y sus agentes humanos. Estas fuerzas aparecen como agentes de luz—razonables, respetables y justos—para ganarse la confianza de quienes están desprevenidos.


LOS ENGAÑOS DEMONÍACOS

Un engaño demoníaco consiste en desviar la verdad y atrapar a las personas en una falsa seguridad. Recordemos la definición de una secta: una devoción fuera de lugar a un conjunto de creencias y prácticas que van más allá de las normas sociales aceptadas. Hoy, una creciente mayoría de estadounidenses profesa creencias y prácticas que hace solo una o dos generaciones eran ajenas e incluso contrarias a los valores de una nación con fundamentos cristianos.

En 1995, el pastor Bob Russell escribió una oración de arrepentimiento nacional para el Desayuno de Oración del Gobernador de Kentucky. Un año después, el pastor Joe Wright causó controversia al pronunciar esa oración en la legislatura de Kansas. Han pasado casi tres décadas desde entonces, y la situación moral parece haber empeorado, como se menciona en 2 Pedro 2:20: “El postrer estado se ha hecho peor que el primero”.

Estados Unidos ha abrazado el matrimonio entre personas del mismo sexo, la confusión de género y la transexualidad. Además, en las próximas elecciones presidenciales, el Partido Demócrata planea destacar la "salud reproductiva”—una forma de referirse al aborto sin restricciones—como un tema prioritario. Incluso la palabra “aborto” se ha adoptado como estrategia electoral.

En enero de este año, el pastor Jack Hibbs oró ante el Congreso, y su mensaje fue inmediatamente denunciado por varios legisladores de izquierda. Su "ofensa" fue orar en el Nombre de Jesucristo y enfatizar la necesidad de confesarse y arrepentirse. Quienes han caído en el engaño demoníaco reaccionan vehementemente cuando el Nombre del Señor es proclamado.

Satanás ha transformado lo que una vez fue una sociedad cristiana en una cultura secular y pagana. Según un informe reciente del Pew Research Center, aunque 8 de cada 10 estadounidenses reconocen que la religión está perdiendo influencia, solo el 49% lo ve como algo negativo. En el pasado, aunque no todos eran cristianos, existía un consenso sobre el bien y el mal. La verdad era considerada “evidente por sí misma” y basada en los derechos dados por el Creador. Hoy, documentos como la Declaración de Independencia podrían ser rechazados por una sociedad que ha invertido los valores.

AUTOENGAÑO: UNA AMENAZA SUTIL

El autoengaño es una forma insidiosa de caer en el error. Jeremías 17:9 nos advierte que “el corazón es engañoso más que todas las cosas, y perverso”. Hasta que recibamos cuerpos glorificados, todos somos susceptibles a este tipo de error. Uno de los mayores engaño
s de Satanás proviene del Jardín del Edén: la falsa promesa de que el hombre, al rechazar a Dios, podría llegar a ser como él.

El Diablo también utiliza dos mentiras debilitantes:

  1. “No eres digno”: Este susurro desanima a los que están al borde de aceptar el perdón de Dios. Sin embargo, la respuesta del Evangelio es clara: nadie es digno, y por eso Cristo llevó el castigo del pecado por nosotros.

  2. “Has perdido tu salvación”: Satanás intenta convencer a los cristianos de que sus fallas los separan de Cristo. La respuesta a esta acusación es recordar que Jesús prometió no perder a ninguno de los que el Padre le dio (Juan 6:39).

EL ANTÍDOTO CONTRA EL ENGAÑO

La clave para evitar el engaño es permanecer arraigados en la Verdad. Esto requiere:

  • Una ingesta regular de la Palabra de Dios.

  • La iluminación del Espíritu Santo.

  • La rendición de cuentas dentro de una comunidad cristiana local.

Para contrarrestar el creciente engaño en nuestra cultura, recordemos las palabras de William L. Watkinson: “Es mucho mejor encender una vela que maldecir la oscuridad”. Como seguidores de Cristo, no solo portamos velas parpadeantes; tenemos la luz de la Palabra de Dios y proclamamos a Aquel que dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

No te dejes engañar. Conocer a Jesucristo es conocer la Verdad que nos hace libres (Juan 8:32).

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