
Vivimos en tiempos de desorientación, donde tres grandes epidemias —depresión, estrés y rupturas conyugales— dominan la realidad social. No está claro cuál surgió primero, pero todas coexisten y afectan profundamente a la sociedad. Una epidemia, entendida como un fenómeno colectivo y expansivo, puede ser analizada para intentar corregir sus efectos.
Marshall McLuhan decía que vivimos en un mundo globalizado, donde los tres idiomas predominantes son el inglés (el latín moderno), el español (en segundo lugar por número de hablantes) y la informática (el lenguaje de los sistemas de comunicación). La psicología, además, se ha convertido en el marco común para interpretar la realidad. Hace algunas décadas, la psicología y la psiquiatría eran campos marginales; hoy, los psiquiatras son los nuevos médicos de cabecera.
A continuación, analizaremos estas tres epidemias y sus raíces, buscando respuestas y posibles soluciones.