
La lectura de la Biblia es un acto sagrado y transformador, pero muchas veces cometemos errores que limitan su impacto en nuestras vidas. Aquí te comparto los cuatro errores más comunes y cómo evitarlos:
1. Leerla Demasiado Rápido
“Mucho orgullo y poco aprendizaje viene de lecturas veloces”. — Charles Spurgeon
La Biblia no es un libro cualquiera, y mucho menos uno para leer a la ligera. Es la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16-17) y contiene verdades profundas que requieren tiempo y reflexión. Leerla rápidamente puede llevarte a perder detalles importantes y a no captar su verdadera riqueza.
Consejo:
Lee con calma, reflexionando sobre cada pasaje. Cuando lo hagas, descubrirás cosas que antes no habías notado: la grandeza de Dios se hará más evidente y tu orgullo disminuirá. Quienes leen la Biblia superficialmente tienden a creer que saben mucho, pero una lectura pausada y profunda revela cuánto más necesitamos aprender.