¡Hola! Que la paz de Dios sea contigo.
Hoy quiero compartir contigo un mensaje de vida eterna, basado en la Palabra de Dios. Si tienes una Biblia, te invito a que leas Juan 3. Vamos a reflexionar sobre el tema: "Debo nacer de nuevo". El pasaje bíblico dice así:
Juan 3:1-5
"Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche y le dijo: —Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: —De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: —¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Respondió Jesús: —De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios."
En este relato, vemos cómo Nicodemo, un líder religioso de su tiempo, se acerca a Jesús buscando respuestas. Lo hace de noche porque temía ser visto, pero tenía el deseo de escuchar las enseñanzas del Maestro. Nicodemo reconocía que Jesús era enviado de Dios por las señales que realizaba.
Jesús le responde que para ver y entrar en el Reino de Dios, es necesario nacer de nuevo. Este nuevo nacimiento no es físico, como pensó Nicodemo, sino espiritual. Es un cambio completo de vida, un renacer en agua y Espíritu, dejando atrás lo que nos separa de Dios y adoptando una vida guiada por Su voluntad.
¿Qué significa nacer de nuevo?
Nacer de nuevo implica transformarnos por completo. Es un cambio radical en nuestro corazón y en nuestra forma de vivir, apartándonos de las obras de la carne, que nos alejan de Dios. Estas obras se describen en Gálatas 5:19-21:
"Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios."
En contraste, los frutos del Espíritu, que agradan a Dios, están en Gálatas 5:22-23:
"El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, dominio propio. Contra tales cosas no hay ley."
Jesús entregó Su vida en la cruz por ti y por mí. Su sacrificio nos limpia de todo pecado y nos da la oportunidad de comenzar de nuevo. Cada gota de Su sangre fue derramada para darnos salvación y acercarnos al Padre.
¿Quieres nacer de nuevo hoy?
Si sientes en tu corazón el deseo de entregarte a Jesús, haz esta oración con sinceridad:
"Señor Jesús, reconozco que soy pecador y que necesito de Ti. Creo que eres el Hijo de Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y resucitaste al tercer día para darme vida eterna. Hoy te acepto como mi Señor y Salvador. Escribe mi nombre en el libro de la vida y nunca lo borres. Te entrego mi vida para vivir conforme a tu voluntad. Amén."
Si hiciste esta oración con fe, ¡has nacido de nuevo! Ahora eres hijo de Dios, como lo declara Juan 1:12:
"A todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios."
No importa tu pasado, tu situación económica, tu nacionalidad o tu raza. Lo único que importa es tu disposición a seguir a Cristo. Te animo a que busques una iglesia cristiana evangélica donde se predique la Palabra de Dios y donde puedas crecer espiritualmente.
Si deseas compartir tu testimonio o necesitas apoyo, puedes escribirnos a: lumbreramicamino7@gmail.com. Que Dios te bendiga grandemente.
Con amor en Cristo,
Tu hermano Jhon.
Excelente
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