El libro de Apocalipsis, escrito por el apóstol Juan durante su exilio en la isla de Patmos, contiene mensajes dirigidos a siete iglesias de Asia Menor. Entre ellas, la iglesia de Esmirna recibe un mensaje especial en Apocalipsis 2:8-11.
Este pasaje refleja el consuelo y el aliento de Cristo a una comunidad que enfrenta persecución y sufrimiento. En este artículo, exploraremos el contexto, el mensaje y las lecciones que podemos extraer de Apocalipsis 2:8.
Esmirna, una de las siete iglesias mencionadas en el libro de Apocalipsis, se encontraba en Asia Menor, en la región que hoy conocemos como Turquía. La ciudad estaba situada en la costa del mar Egeo, aproximadamente a 56 kilómetros al norte de Éfeso. Reconocida por su prosperidad y su lealtad al Imperio Romano, Esmirna era un importante centro comercial y cultural. También era famosa por su devoción al culto imperial, lo que ocasionó tensiones para la comunidad cristiana local.